Es la eterna pregunta. ¿Por qué lo pasamos tan mal?, ¿por qué las personas sufren? Pero… ¿de verdad sufrimos tanto?.
Que sufrimos más tarde o más temprano, es un hecho. El grado en el que esto nos ocurre (sufrir más o menos) ya es otra historia.
Como persona del mundo mundial y como psicóloga en particular, me encuentro en mi vida con multitud de personas que lo han pasado o lo pasan muy mal. La temática es diversa siempre. Y aunque el asunto que produce ese sufrimiento sea el mismo para dos personas, desde luego no se suele parecer el modo en el que uno u otro enfrenta ese sufrimiento.
Pero, ¿por qué sufrimos?. Generalmente y simplificándolo mucho y como dice la canción, por las tres cosas que hay en la vida: “salud, dinero y amor”. Nos suceden cosas que no queremos que nos ocurran, o no ocurre lo que queremos que suceda. Y, lo más importante, no sabemos/podemos asimilarlo.
Es muy probable que a lo largo de nuestras vidas vivamos pérdidas, enfermedades, desamores y problemas económicos. Aún así, no todos los pasaremos igual de mal.
Ocurrirá que, en algunas ocasiones, seremos capaces de modificar la situación. Pero, también ocurrirá que en otras ocasiones tendremos que cambiar nosotros.
¿Por qué hay personas que sobreviven a su adversidad y son capaces de sobreponerse a un sufrimiento inmenso?
Quizás, y sólo quizás, la respuesta a esta pregunta pudiese ser que se sobreponen para enseñar a los demás que el dolor humano, tan grande y tan profundo, puede transformarse, y que en casi todas las circunstancias se puede vivir una vida plena.
Podemos ser felices, aunque a veces no sepamos cómo lograrlo. Si bien no viviremos vidas perfectas, este tampoco debiera ser el objetivo. Pues nuestro camino en la vida, como ya dijimos antes, está lleno de cambios de rumbo, palos e imprevistos. De encrucijadas, de piedras y barro. Pero,casi siempre tendremos la posibilidad de orientarnos hacia aquello que da sentido a nuestra vida, hacia lo que nos importa.
Y, si no sabemos buscar este sentido por nosotros mismos, siempre podremos pedir ayuda.