La TERAPIA SISTÉMICA es una corriente derivada de la Psicología Humanista que trata los problemas psicológicos como la manifestación de alteraciones en nuestros patrones relación. Así, esta rama de la psicología, apunta que toda la conducta humana es consecuencia del ambiente en el que nos movemos y, más concretamente, del sistema familiar.
Por tanto, desde este enfoque, no se trata al individuo como un ente solo, no, sino que se concibe la persona como parte de un contexto social primario, de un sistema.
Desde la Terapia Sistémica, se cree que las relaciones que se establecen dentro de la familia son determinantes en el desarrollo de la persona y, en especial, la relación con los progenitores determina con énfasis la conducta y salud mental futura del individuo.
La terapia sistémica podrá abordar las dificultades de los individuos y/o familias desde un enfoque familiar o individual.
En este sentido, la TERAPIA INDIVIDUAL SISTÉMICA adapta un modelo familiar como guía para el tratamiento.
Se considera que el problema o síntoma del paciente es la expresión de un malestar asociado a la posición que se ocupa dentro del sistema familiar.
El objetivo de las estrategias terapéuticas consiste, por tanto, en ayudar al paciente a modificar tal posición, de modo que se consiga una reducción del malestar asociado y una mejora de los síntomas o problemas.