Instagram es una red social dirigida principalmente a compartir fotos, imágenes y vídeos.
Su nombre hace alusión a las fotografías instantáneas que se tomaban con las antiguas cámaras polaroid en los años 70 y su uso ha convertido gestos cotidianos como dar un paseo, tomar una cerveza o disfrutar de la compañía de tus seres queridos en momentos “memorables” que deben ser fotografiados y compartidos.
Su popularidad ha ido creciendo en los últimos años y actualmente es una de las redes sociales más importantes del mundo y cuenta con más de 700 millones de usuarios activos cada mes.
Sin embargo, poco sabemos sobre el impacto psicológico que puede provocar su uso en aspectos relacionados con la salud mental, como es el caso de la imagen corporal.
Un estudio de la Facultad de Ciencias Sociales de la universidad de Malasia con 273 jóvenes universitarios que utilizan esta red social descubrió que la exposición a fotos en Instagram tiene un impacto adverso en la imagen corporal que conduce a la insatisfacción corporal.
La explicación a este fenómeno se basa en la teoría de la comparación social. Estos investigadores encontraron que la insatisfacción corporal se puede desarrollar cuando una persona compara frecuentemente su propia apariencia física con la apariencia física de los demás.
Si tenemos en cuenta que los usuarios de sitios de redes sociales e Internet como Instagram muestran imágenes “ideales” y seleccionadas de su apariencia para impresionar a los demás, Instagram proporciona un entorno en el que los usuarios son más propensos a estar expuestos a una amplia variedad de fotos “ideales” de otros usuarios que pueden contribuir a la sensación negativa y la infelicidad con su propio cuerpo.
Visitar, consultar fotos de perfil de otros usuarios, darle a “me gusta”, compartir o comentar sus fotos en Instagram puede hacer que las personas participen frecuentemente en comparaciones relacionadas con la apariencia física, lo que lleva a un sentimiento negativo hacia su cuerpo.
Además de la comparación social, la literatura existente revela que la interiorización del ideal de delgadez puede conducir a un uso de Internet centrado en la imagen corporal y a la intensificación de la reevaluación de la imagen corporal. Sin embargo, los resultados de este estudio también señalan un elemento protector ante los posibles efectos nocivos del uso de Instagram: la alta autoestima.
Según estos autores, los niveles altos de autoestima actúan como un amortiguador del impacto del uso de Instagram en el esquema de la propia imagen corporal. Estos hallazgos sugieren que los adultos jóvenes con bajo nivel de autoestima son más vulnerables a experimentar estados psicológicos que provocan incomodidad con su propio cuerpo y con su apariencia.
A la vista de estos hallazgos debemos tener en cuenta los procesos que se activan a la hora de utilizar las redes sociales para poder hacer un uso higiénico y responsable.
Juan Nieto
Psicólogo
Artículo completo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S074756321630752X
Muy buen artículo